Carlos Sánchez, que ha protagonizado una huelga de hambre durante 23 días en una esquina de la Plaza Alpujarra de Órgiva para reivindicar la custodia compartida de su hija, de tres años y medio de edad, depuso ayer su actitud por motivos de salud. En una revisión médica le comunicaron que tenía «bastante baja» la presión arterial, lo cual indica que el riñón empieza a resentirse, por lo que le aconsejaron que abandonara su protesta.
Como bien argumenta él "Esto lo hago por mi hija, pero a ella no le servirá de nada un padre enfermo y sin fuerzas para luchar por ella. No descarto volver una vez recuperado"
Los miembros de la asoción, Granada por la Custodia Compartida Ya!, ayudaron en las labores de desmonte y pudieron comprobar como la gente del pueblo está totalmente volcada con él. No entienden que lo que pide no sea lo "normal"
Seguro que al final habrá recompensa
Un abrazo, amigo
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