El paro agudiza los impagos de pensión a los hijos
La pérdida de ingresos por desempleo hace que las pensiones acordadas después del divorcio se conviertan en pagos inafrontables. Ante tal situación, muchos progenitores se ven en una situación totalmente crítica.
El paro en España está provocando, en el caso de los progenitores que tienen que abonar una pensión alimenticia, una situación de extrema dureza. Si en algunos casos ya es difícil pagar una pensión teniendo trabajo y una entrada estable, cuando se pierde el empleo y los ingresos disminuyen o desaparecen se vive una situación angustiante. Por un lado, el progenitor se ve sin tener los ingresos suficientes para afrontar todos sus gastos, es decir, la pensión de sus hijos más sus propios pagos. Y es que, incluso el más afortunado que cobra una prestación por desempleo tiene que luchar con cada céntimo para que los números cuadren.
Por otro lado, cuando el progenitor notifica el cambio en sus circunstancias económicas ante el juzgado para solicitar una modificación en el convenio justificada en esa disminución de ingresos, se topan con que, según el diario Heraldo y basándose en datos de Aragón, el proceso para reevaluar la situación puede prolongarse hasta diez meses por los trámites judiciales pertinentes. Así, el hombre o la mujer tiene la obligación de seguir pagando la cantidad establecida otrora hasta que se haya fijado una nueva cantidad que se ajuste a la realidad actual.
En el caso de Aragón, de acuerdo a lo que informa el diario, se registran unas 500 denuncias al año por impago de pensión, una cifra que no ha parado de aumentar desde que comenzó la crisis económica. En este aspecto, sin embargo, cabe destacar que hay dos perfiles de afectados: los ‘listos’ y aquellos que realmente están pasando problemas. Y mientras que los primeros sencillamente no hacen frente a sus obligaciones, los segundos lo pasan realmente mal. Tal es así, que en muchos casos su expareja ni siquiera denuncia el impago, por el temor de que el denunciado pudiese acabar en prisión, pena posible en este tipo de demandas.
Dado que el proceso desde el momento que se advierte que no se podrá continuar pagando como habitualmente , hasta que se dicta una sentencia con las nuevas condiciones económicas de la pensión, puede durar muchos meses, se recomienda a la persona justificar a la mayor brevedad una nueva realidad económica que se basa en una alteración importante –normalmente el paro-, posterior al acuerdo firmado en el divorcio, duradera e involuntaria; así como recurrir a la mediación para que, si se solicita un cambio en las cuantías a pagar, la resolución tenga carácter retroactivo desde el momento en que se pidió dicha mediación.
Por su parte, la Asociación de Padres de Familia Separados de Aragón defiende desde hace años una mejora en las condiciones de separación para los hombres, que incluyen “el establecimiento de las pensiones alimenticias de los hijos a ambos cónyuges” y no solamente a uno, o “la sustitución de las pensiones vitalicias por pensiones temporales equiparables a los plazos existentes para los subsidios de desempleo”, entre otras medidas.
Por otro lado, cuando el progenitor notifica el cambio en sus circunstancias económicas ante el juzgado para solicitar una modificación en el convenio justificada en esa disminución de ingresos, se topan con que, según el diario Heraldo y basándose en datos de Aragón, el proceso para reevaluar la situación puede prolongarse hasta diez meses por los trámites judiciales pertinentes. Así, el hombre o la mujer tiene la obligación de seguir pagando la cantidad establecida otrora hasta que se haya fijado una nueva cantidad que se ajuste a la realidad actual.
En el caso de Aragón, de acuerdo a lo que informa el diario, se registran unas 500 denuncias al año por impago de pensión, una cifra que no ha parado de aumentar desde que comenzó la crisis económica. En este aspecto, sin embargo, cabe destacar que hay dos perfiles de afectados: los ‘listos’ y aquellos que realmente están pasando problemas. Y mientras que los primeros sencillamente no hacen frente a sus obligaciones, los segundos lo pasan realmente mal. Tal es así, que en muchos casos su expareja ni siquiera denuncia el impago, por el temor de que el denunciado pudiese acabar en prisión, pena posible en este tipo de demandas.
Dado que el proceso desde el momento que se advierte que no se podrá continuar pagando como habitualmente , hasta que se dicta una sentencia con las nuevas condiciones económicas de la pensión, puede durar muchos meses, se recomienda a la persona justificar a la mayor brevedad una nueva realidad económica que se basa en una alteración importante –normalmente el paro-, posterior al acuerdo firmado en el divorcio, duradera e involuntaria; así como recurrir a la mediación para que, si se solicita un cambio en las cuantías a pagar, la resolución tenga carácter retroactivo desde el momento en que se pidió dicha mediación.
Por su parte, la Asociación de Padres de Familia Separados de Aragón defiende desde hace años una mejora en las condiciones de separación para los hombres, que incluyen “el establecimiento de las pensiones alimenticias de los hijos a ambos cónyuges” y no solamente a uno, o “la sustitución de las pensiones vitalicias por pensiones temporales equiparables a los plazos existentes para los subsidios de desempleo”, entre otras medidas.
Fuente:
Anibal Moreno.
Presidente.
cuspargra@hotmail.com
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